SOBRE LAS TIPOGRAFÍAS DIGITALES.
7 PUNTOS IMPORTANTES.
Ya
sé que el tema se ha tocado antes, pero en vista de posts recientes,
creo que es relevante aclarar algunos puntos sobre la piratería de
fuentes, y de paso, sobre la creación y diseño de tipografía digital.
Hablo de esto porque es mi área. No me meteré en la piratería de otros
contenidos. Lo resumo en siete puntos:
1) Las fuentes tipográficas son diseñadas.
Este punto parece obvio, pero no lo es. Me ha tocado conversar con
personas —de médicos a abogados a estudiantes— que piensan que las
fuentes «simplemente están ahí», que son como programitas automáticos
que existen en los discos duros y en «la nube». Nada más lejos de la
realidad: cada fuente ha sido diseñada, letra por letra y carácter por
carácter, por una persona que invirtió meses o años en su realización.
No nada más las letras, sino el espacio blanco alrededor de ellas y las
reglas de su composición. Incluso la fuente en la que estás viendo este
post. Una fuente digital es una pieza de software y de diseño tan
compleja y valiosa como un videojuego o una silla, y sólo un diseñador
especializado y muy entrenado puede crear una fuente digital de calidad.
2) Las fuentes tipográficas son productos.
Como cualquier otro producto, se invirtió tiempo, trabajo y presupuesto
en crearlas. Por eso cuestan. Que ocasionalmente algún diseñador decida
compartir gratis su creación es un gesto amable que generalmente se
hace para dar a conocer su fuente o probarla. Pero esto no oculta el
hecho de que lo que hace tiene un valor, tanto creativo como monetario.
Como con cualquier otro producto, usarlo sin permiso y sustrayéndolo sin
pagar es un robo. Tal cual.
3) Las fuentes tipográficas no están en la misma categoría que otros contenidos pirateables.
He oído hasta el cansancio a diseñadores justificándose de que usan
fuentes pirateadas comparándolas con películas, aplicaciones, canciones o
videojuegos que también se piratean. Independientemente de que piratear
estos contenidos no debería ser visto como una virtud, cuando un
diseñador se piratea una fuente digital está robándole principalmente a
una persona —a un colega— y no a una «corporación millonaria». Si de por
sí no es un mérito robarle a un rico, mucho menos debería serlo robarle
a una persona que, como tú, está sentado diseñando por horas para
ganarse la vida. Los diseñadores de tipografía digital no somos ricos,
ni potentados, ni magnates despiadados y ambiciosos. Somos creativos que
aspiran a vivir de su trabajo honesto y especializado. La mayoría de
las fuentes allá afuera son creaciones individuales, distribuidas y
promocionadas principalmente por quien las diseñó.
4) Las fuentes tipográficas son parte del diseño.
La mayoría de los logotipos, folletos, carteles, y diseños en general
están compuestos por letras que casi nunca fueron diseñadas por quienes
hicieron esos diseños. Muy raramente se da crédito al diseñador de
tipografías, que muchas veces es el autor «secreto» y real de montones
de trabajos de diseño. Si tu logo funciona, es porque la Helvética en
que lo hiciste está perfectamente diseñada y espaciada para que tú no
tengas que hacerlo. Lo menos que debería hacer un diseñador es pagar por
ese ingrediente secreto de «sus» diseños, sobre todo si los vende a un
cliente como trabajo «original» y obtiene una ganancia por ellos.
5) Las fuentes tipográficas deberían incluirse en todos los presupuestos de diseño.
Los clientes deberían pagar por las fuentes que usan en los diseños que
encargan, y los diseñadores deberían hacérselo saber. Los clientes
deberían estar enterados de que no pueden simplemente «pedir» una fuente
a su diseñador, sino que deben adquirir una licencia de uso, o bien,
utilizar sus diseños convertidos a curvas, tal como se los debería
entregar un diseñador profesional.
6) Las fuentes digitales piratas generalmente tienen mala calidad.
Los sitios que ofrecen fuentes gratis para descargar muchas veces
ignoran o suprimen contenidos valiosos para el funcionamiento correcto
de las tipografías. Las fuentes piratas frecuentemente están
incompletas, corruptas y carecen de características esenciales como
espaciado correcto y pares de kerning adecuados. Y estas deficiencias se
notan en los diseños del diseñador pirata. Quien desee hacer diseño
profesional, sobre todo corporativo y editorial, debería invertir en un
puñado de buenas fuentes digitales de la más alta calidad. Pagar por
buenas fuentes tiene sus beneficios.
7) Las fuentes tipográficas no son caras.
Si comparamos el precio de una fuente o familia tipográfica digital con
lo que cuesta el hardware u otros softwares de diseño, veremos que es
bastante modesto. Está en el rango de decenas de dólares, muy raramente
cientos o miles. La mayoría son perfectamente accesibles y funcionan muy
bien. Y si comparamos el tiempo potencial de uso de una fuente, veremos
que es de muchos años, en comparación con otros softwares y sistemas
cuya vigencia es apenas de meses. Yo tengo fuentes digitales que compré
hace 15 años y todavía funcionan perfectamente. ¿Qué otra pieza de
software tiene tanto tiempo de vida? Esto hace que las fuentes digitales
sean uno de los ingredientes más económicos con que cuenta el diseñador
actual, en comparación con su importancia.
Espero sinceramente
que estos puntos les ayuden a utilizar y apreciar mejor la tipografía
digital, colegas. Les mando un saludo a todos