miércoles, 24 de septiembre de 2014

SOBRE LAS TIPOGRAFÍAS DIGITALES. 7 PUNTOS IMPORTANTES. por Gabriel Martínez Meave

SOBRE LAS TIPOGRAFÍAS DIGITALES.
7 PUNTOS IMPORTANTES.
Ya sé que el tema se ha tocado antes, pero en vista de posts recientes, creo que es relevante aclarar algunos puntos sobre la piratería de fuentes, y de paso, sobre la creación y diseño de tipografía digital. Hablo de esto porque es mi área. No me meteré en la piratería de otros contenidos. Lo resumo en siete puntos:
1) Las fuentes tipográficas son diseñadas.
Este punto parece obvio, pero no lo es. Me ha tocado conversar con personas —de médicos a abogados a estudiantes— que piensan que las fuentes «simplemente están ahí», que son como programitas automáticos que existen en los discos duros y en «la nube». Nada más lejos de la realidad: cada fuente ha sido diseñada, letra por letra y carácter por carácter, por una persona que invirtió meses o años en su realización. No nada más las letras, sino el espacio blanco alrededor de ellas y las reglas de su composición. Incluso la fuente en la que estás viendo este post. Una fuente digital es una pieza de software y de diseño tan compleja y valiosa como un videojuego o una silla, y sólo un diseñador especializado y muy entrenado puede crear una fuente digital de calidad.
2) Las fuentes tipográficas son productos.
Como cualquier otro producto, se invirtió tiempo, trabajo y presupuesto en crearlas. Por eso cuestan. Que ocasionalmente algún diseñador decida compartir gratis su creación es un gesto amable que generalmente se hace para dar a conocer su fuente o probarla. Pero esto no oculta el hecho de que lo que hace tiene un valor, tanto creativo como monetario. Como con cualquier otro producto, usarlo sin permiso y sustrayéndolo sin pagar es un robo. Tal cual.
3) Las fuentes tipográficas no están en la misma categoría que otros contenidos pirateables.
He oído hasta el cansancio a diseñadores justificándose de que usan fuentes pirateadas comparándolas con películas, aplicaciones, canciones o videojuegos que también se piratean. Independientemente de que piratear estos contenidos no debería ser visto como una virtud, cuando un diseñador se piratea una fuente digital está robándole principalmente a una persona —a un colega— y no a una «corporación millonaria». Si de por sí no es un mérito robarle a un rico, mucho menos debería serlo robarle a una persona que, como tú, está sentado diseñando por horas para ganarse la vida. Los diseñadores de tipografía digital no somos ricos, ni potentados, ni magnates despiadados y ambiciosos. Somos creativos que aspiran a vivir de su trabajo honesto y especializado. La mayoría de las fuentes allá afuera son creaciones individuales, distribuidas y promocionadas principalmente por quien las diseñó.
4) Las fuentes tipográficas son parte del diseño.
La mayoría de los logotipos, folletos, carteles, y diseños en general están compuestos por letras que casi nunca fueron diseñadas por quienes hicieron esos diseños. Muy raramente se da crédito al diseñador de tipografías, que muchas veces es el autor «secreto» y real de montones de trabajos de diseño. Si tu logo funciona, es porque la Helvética en que lo hiciste está perfectamente diseñada y espaciada para que tú no tengas que hacerlo. Lo menos que debería hacer un diseñador es pagar por ese ingrediente secreto de «sus» diseños, sobre todo si los vende a un cliente como trabajo «original» y obtiene una ganancia por ellos.
5) Las fuentes tipográficas deberían incluirse en todos los presupuestos de diseño.
Los clientes deberían pagar por las fuentes que usan en los diseños que encargan, y los diseñadores deberían hacérselo saber. Los clientes deberían estar enterados de que no pueden simplemente «pedir» una fuente a su diseñador, sino que deben adquirir una licencia de uso, o bien, utilizar sus diseños convertidos a curvas, tal como se los debería entregar un diseñador profesional.
6) Las fuentes digitales piratas generalmente tienen mala calidad.
Los sitios que ofrecen fuentes gratis para descargar muchas veces ignoran o suprimen contenidos valiosos para el funcionamiento correcto de las tipografías. Las fuentes piratas frecuentemente están incompletas, corruptas y carecen de características esenciales como espaciado correcto y pares de kerning adecuados. Y estas deficiencias se notan en los diseños del diseñador pirata. Quien desee hacer diseño profesional, sobre todo corporativo y editorial, debería invertir en un puñado de buenas fuentes digitales de la más alta calidad. Pagar por buenas fuentes tiene sus beneficios.
7) Las fuentes tipográficas no son caras.
Si comparamos el precio de una fuente o familia tipográfica digital con lo que cuesta el hardware u otros softwares de diseño, veremos que es bastante modesto. Está en el rango de decenas de dólares, muy raramente cientos o miles. La mayoría son perfectamente accesibles y funcionan muy bien. Y si comparamos el tiempo potencial de uso de una fuente, veremos que es de muchos años, en comparación con otros softwares y sistemas cuya vigencia es apenas de meses. Yo tengo fuentes digitales que compré hace 15 años y todavía funcionan perfectamente. ¿Qué otra pieza de software tiene tanto tiempo de vida? Esto hace que las fuentes digitales sean uno de los ingredientes más económicos con que cuenta el diseñador actual, en comparación con su importancia.
Espero sinceramente que estos puntos les ayuden a utilizar y apreciar mejor la tipografía digital, colegas. Les mando un saludo a todos

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